La homologación de software de receta médica privada electrónica se ha convertido en una decisión estratégica y determinante para cualquier empresa tecnológica o clínica privada que emita recetas digitales. No se trata únicamente de cumplir con una obligación normativa: es una cuestión de seguridad, confianza y diferenciación. Médicos, odontólogos, podólogos o centros sanitarios que utilizan soluciones homologadas bajo el Sistema de Receta Electrónica Privada (SREP) demuestran su compromiso con la legalidad, la trazabilidad de la prescripción y, sobre todo, la protección frente a uno de los riesgos más graves en la era digital: la suplantación de identidad del profesional sanitario.
La auditoría de homologación SREP, regulada por los Consejos Generales de Médicos, Odontólogos, Podólogos y Farmacéuticos, establece más de setenta controles técnicos, funcionales y de seguridad que el software debe superar antes de obtener la certificación. Como auditores de software, hemos acompañado a numerosas plataformas en este proceso, ayudando a sus equipos de desarrollo a implementar los mecanismos de control que garantizan que la identidad del prescriptor está verificada, la autenticación es segura y las recetas emitidas son válidas, íntegras e inalterables. Este trabajo conjunto permite reforzar la seguridad del sistema sanitario privado frente a accesos indebidos, falsificaciones o firmas electrónicas no válidas.
Desde el inicio del proceso, el primer objetivo de control se centra en el onboarding del profesional médico. La plataforma debe asegurar que solo los facultativos colegiados y habilitados pueden prescribir, para lo cual se exige una comprobación automatizada con el registro del CGCOM, CGCOE o CGCOP. Este mecanismo, además de acreditar la habilitación profesional, evita la creación de usuarios falsos o el uso indebido de credenciales. En los casos de registro remoto, el software debe implementar procesos de videoidentificación conformes a SEPBLAC o el uso de certificados cualificados de firma electrónica, lo que refuerza la protección frente a la suplantación de identidad. La correcta gestión de esta fase inicial es esencial para la validez jurídica de todas las recetas emitidas.
En materia de firma y autenticación, la norma del SREP se apoya en el Reglamento eIDAS y el Esquema Nacional de Seguridad (ENS). De eIDAS se adoptan los principios de identificación fiable, integridad y no repudio, garantizando que la firma electrónica del prescriptor (ya sea avanzada o cualificada) vincule de manera única al médico con la receta emitida. Por su parte, el ENS establece que los sistemas deben incorporar autenticación multifactor (por ejemplo, contraseña más OTP o certificado con PIN), sesiones limitadas en el tiempo y registros trazables de cada acceso. Estas medidas conjuntas permiten prevenir que terceros suplanten la identidad del facultativo y emitan recetas fraudulentas, asegurando que cada acción realizada quede registrada con evidencia técnica verificable.
Durante la auditoría, también se revisan aspectos funcionales y clínicos esenciales: la posibilidad de establecer planes terapéuticos, la gestión de medicamentos psicotrópicos o estupefacientes, la emisión de hojas de información al paciente, la interoperabilidad con NodoFarma y la trazabilidad de la dispensación en farmacias. En el caso de los tratamientos confidenciales, se evalúan los mecanismos de protección mediante PIN u OTP, que permiten al paciente autorizar la dispensación de su receta de forma controlada. Cada una de estas funcionalidades tiene controles específicos que deben documentarse y verificarse técnicamente ante el auditor.
El enfoque de ciberseguridad del SREP es igualmente riguroso. Se exige la aplicación de políticas alineadas con el ENS: cifrado de comunicaciones, control de accesos físicos y lógicos, registro de actividades, copia de seguridad, continuidad operativa y pruebas periódicas de recuperación ante desastres. Estas medidas, además de cumplir con el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), garantizan la disponibilidad continua del sistema (24x7x365), aspecto crítico en contextos médicos. La protección frente a la suplantación no se limita al acceso del prescriptor; también abarca la verificación de la identidad del paciente y la integridad de los datos clínicos en todo su ciclo de vida.
El resultado final de este proceso de auditoría es un informe técnico y legal de cumplimiento, que recoge las evidencias verificadas y certifica que el software cumple los requisitos del SREP. Este documento no solo acredita la homologación ante los Consejos Generales, sino que se convierte en una garantía ante terceros: médicos, pacientes, farmacias y aseguradoras. Supone la validación independiente de que la plataforma es segura, legal y confiable.
En un mercado donde proliferan soluciones digitales sin supervisión ni control externo, la homologación SREP es el sello que diferencia a quienes hacen las cosas bien. Ofrece tranquilidad al médico, que sabe que su identidad no será suplantada; confianza al paciente, que recibe una receta legítima y verificable; y prestigio al desarrollador, que puede demostrar su cumplimiento normativo ante cualquier auditoría o inspección.
En definitiva, la homologación de software de receta médica privada electrónica no solo garantiza la validez jurídica de las recetas, sino que protege la reputación de los profesionales y la seguridad del paciente. Apostar por una solución auditada conforme al SREP, alineada con eIDAS y ENS, es apostar por un ecosistema sanitario digital más seguro, interoperable y confiable.
